Resiliencia
junio 24, 2023Una persona que conoce su valor, difícilmente se queda en el suelo lamentando su dolor.
Esto último aprendí en las sesiones de terapia que estoy haciendo, es fácil decirlo, difícil de implementarlo.
Creo que he sido una persona resiliente a lo largo de mis años, pero éste último tiempo era como si las adversidades fueran una graaaan piedra cerrando la entrada de la cueva, no podía moverla; me sentía totalmente incapaz. Creía que me había rendido. Que ya no había nada por luchar.
Por suerte existe Dios, la psicología y la ayuda de los familiares que poco a poco van ayudándote cada uno a su manera a que te des cuenta que rendirse no es el camino.
Hoy después de unas semanas de conflicto interno, comienzo a ver una pequeña luz y ganas de volver a intentarlo.
En éste tiempo he seguido trabajando, cuidando de mis hijos, teniendo tiempo de calidad con mi esposo, estudiando.
Y por sobre todo aprendiendo a delegar y no acaparar todo creyendo que si soy un pulpo soy eficiente o soy mejor.
El cambio profundo que tengo que hacer en mis pensamientos y sentimientos es como caminar por una montaña empinada, pero esta vez voy escalando con herramientas, ya no lo hago sola.
Definitivamente me empiezo a sentir mejor, y creo que poco a poco le estoy dando batalla a la depresión.
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